Hola, Bienvenido a mi blog!

Puedes seguirnos en las redes sociales o suscribirte al feed.

¡Suscríbete a nuestro blog!

Recibe en tu correo las últimas noticias del blog. Sólo ingresa tu correo para suscribirte.

contact form faq verification image

31.1.10

Mil pieles

¿Por qué no seguís tocándome así
y continuar besándome si fin?
Se que el tacto lo sentís,
te hace estar feliz.

Decís que no podes estar
sin mostrarme lo que expresas.
Buscas algo para distraerte
mientras que me salgo a visitar.
Distraes tus sentidos, pero no podes fallar.
Y esperas a que mi llamado aparezca en tu celular.

Acostada, haciendo zapping.
Un almohada entre las piernas
y mirando, en constancia, hacia la ventana,
imaginándote que apareceré para distraerte
y seducirte entre mil pieles que silencien.

Hablar por un rato para que sepas que te extraño,
comprender unas palabras para darte aliento,
confesarte que mi vergüenza se va a otro lado.
Limitándome a querer tenerte en cuerpo
en el presente que presencio y observarte.
Concentrarme en tu sonido y perfume.

Ahí estoy, subestimando tu presencia,
abusando de lo prohibido, pero lo quiero
y deslizo mí mano entre la ropa
tocando sensualidad a la música de la lluvia.

Verte ponerte cómoda con mí carne
y escucharte gustarte tocarme.
Esperando que nos desvistamos
para sostener nuestras pieles
entre besos y sentidos sentimientos.

Mil pieles quieren hablar entre dos,
escuchar el sonido que expulsa la transpiración.
Sostener tu pelo entre dedos, ahora, agonizantes.
Estar dentro tuyo para alabarte
y concentrarme en tu excitación.

Y acabamos en un largo tiempo de pasión,
entre vos y yo. Sin nadie más...
Acostándonos y durmiendo nuestras pieles
transpiradas y abusadas de lo táctil.

Haciendo algo bello que hace tiempo...
¿Por qué no seguís tocándome así
y continuar besándome si fin?
Se que el tacto lo sentís,
te hace estar feliz.

28.1.10

Encuentros#5

Tiempo pasó lento, pero a la vez azotó fuerte. Colapsó en cada uno una bomba excluyente de realidad. Y comenzaron los preparativos para ir a una ciudad sin pensar nada más que expandir su visión al fotografíar cada oportunidad que se apareció. Viajó en su colectivo unas cuantas horas sentadasa se quedó, imaginanado cada parte que sus pies recorrerían, imaginanando en cada rostro que capturaría, cada detalle que no se le escaparía, cada mirada producída. Ella tuvo t odo listo y salió sin aviso, nadie se enteró, ya que tampoco por su mente pasó despedirse de su cercanía. Y prosiguió con lealtad a sus sentimientos, con su preferencia a continuar en su intorucción en un mundo nuevo. Ingresó lento en la ciudad ruidosa, de a poco se adentraba en bocas de lobo, diferentes y peligrosas, donde el crecimiento se expande hacia arriba hoy día.

Llegó, bajó, descargó, caminó, salió de la terminal y fue a su descanso, procurando explorar, luego, cada detalle ocultado. Unos días pasaron y su cuerpo exploró, con su cámara fotográfica decidió recordar para el futuro, las imagenes que sus ojos estaban visualizando. Organizando sus ideas, reconstruyó un mundo nuevo, diferente al que ella había habitado. Y caminó, procurando desgastar sus zapatillas y ampollar sus pies, recorrer sectores que no son comunes para el acolchonado mundo que vive desde su ñiñez. Y buscó cada parte donde se encontró, buscó y capturó lo que más llamó su atención. Pasaron unos días y ella perdida en su mundo, nunca salió. Se perdió tanto que el mundo exterior se borró, salía de su burbuja cuando en la cama estaba, despabilaba, o cuando su estómago sonaba, pidiendo nutrientes a causa de tanto movimiento.

Tantos recuerdosse presentaron en esa cámara. Pero en un momento se dió cuenta que necesitaba un nuevo lugar recorrer, algo que diga "evento especial del día", que la desencaje un poco de los pasados días. Buscó nuevamente, entre sus libros y guías, intentando recorrer con su dedo el lugar que aquél día iría. Y comenzó a jugar, se fue de su mente algún lugar, solo decidir su dedo a dónde se iba a presentar aquél día que parecía que iba a llover. Su dedo índice decidió, sus ojos petrificaron la hoja, su mente se focalizó, cargó todo en su bolso para pasar el día y de la casa se despidió. Caminó, viajó en cloectivo y tren, pudo llegar a una zona que parecía de un buen interes, como sí ubiese adivinado el lugar donde quería sacar fotografías. Pero esta vez se olvidó de su camara y recorrió, colgando en un hombro su bolso y en su cuello su cámara. Con tranquilidad vió cada detalle que se le presentaba en cada cuadra que caminaba, desgastando cada parte de su suela, sin importarle el tiempo que pasaba.

Él estaba en su reflexión, perdido en tales palabras y tales pensamientos, se sentía una mosca imparable e incontrolable. Se limitó a quedarse ahí acostado, mirando hacia el cielo y escuchando el piar de los pájaros y el llanto del viento quebrar la quietitud de las ramas de lo árboles y mover la sombra que otorgaba aquél gran árbol que vió crecer desde chiquito. Mirando aquél árbol fino y fuerte, dulce y amiguero, quien compartió lecturas y estudios, tristezas y alegrias; quien presenció de fiestas y perdidas. Cada mañana ahí estaba, compartiendo un trocito de su tiempo junto a él, sintiendo lo que sentía y comprendía. Pero últimamente no lo hacía y lejos de él se quedaba. No estaba pasando por buenos momentos, estaba en sentimientos internos que le dolían porque sentía cosas que nunca había sentido, teniéndose que enfrentar con dolientes pasados cuales marcaron risas, pero que hoy solo causa nostalgia.

Se levantó aquél día a caminar, a dar un paseo por donde él quisice, sin que nadie lo este molsetando ni persiguiendo, siendo el mismo propio de su prohibiciones y menciones. Caminó y caminó, se olvidó del lugar donde tenía que detenerse y girar, simplemente se olvidó de repente, condenado en sus ideas que no frenaban y viajaban sin frenar. Viviendo en sueños sin querer despertar, imaginando en paraisos de preguntas sin respuestas, en ideas tontas cargadas de risas, en el mundo empobrecido de apuntes de dedos juzgando. Era como entrar en una enciclopedia, llena de palabras, frases, conocimientos, párrafos, oraciones que van y vienen sin frenar, con cuidado con que ninguna lo vaya a atropellar. Hasta que en un momento todas esas palabras explotaron, salieron volando por todos lados, sin comprender el por qué. Vió como se interrumpió con un sacudón, con un choque que lo volvió a la verdadera realidad, un choque que frenó cada cosa que en su mente se mentenía.

Ella caminaba asombrada, con su mirada alta, observando la arquitectura y el diseño que se presentaban frente a sus ojos, escuchó un choque. Una persona salir volando papeles pequeñosm la otra cayendo asustada. Impactó. Aquella persona no se fijó, caminando con su mirada baja, observando la punta de sus zapatillas y evadiendo, de vez en cuando, las figuras que se le acercaban. Chocaron y se miraron desconcertados. Las hojas se derramaron como agua en toda esa parte de las baldosas, confundiéndose con las hojas otoñales que los árboles comenzaban a manifestar. Y se vió tantas hojas sueltas por doquier, un desorden, dsastre, casi, natural. Se disculpó con él y ayudó a recoger las hojas que en el suelo fueron derramadas.

Vió, sin querer, un nombre como firma. Vió a un autor en aquellas hojas que ella conocía. Y se hundió en una hoja que agarró, observó su caligrafía y leyó. Conocedora de esa letra, se hundió en la tinta que la birome dibujó. Internada en el papel, él siguió alzando sus hojas, preguntándose cuándo sería el día en que dejaría de usar hojas sueltas y las abrocharía todas juntas. No sirve tenerlas todas desparramadas por cualquier lugar, haciendo, simplemente, un traspapelería impresionante. No le gusta estar organizando sus papeles constantemente, al menos, una vez al mes.
-Se vuelve un poco tedioso tener que organizar página por página -se afirmaba a sí mismo-.
Hasta que ella terminó de leer la poesía que en sus manos se enrredó, y luego de dejar "Présenciame." de sus manos, miró a la persona que tenía enfrente de sus ojos con una nueva mirada, tal vez de asombro o de admiración, de una alegría incontrolable. Miró su cuerpo, su estado físico, su vestimenta, su expresión en la cara. Y saludó con su nombre.

¿Qué harías sí...?

Sí peleara por el resto de mí vida.
Sí fingiría mí pesar y no lo expresaría.
Sí continuaría en esa risa perdida.
Sí supieses que en mí corazón queda todavía...

Iría a despojar cada uno de tus miradas.
Sin pensar pasaría por muros quemados,
me atraparía solo en mí mirada viva.
Y te salvaría de ese mal que quebrantaría.

Pero quisiera que me matases de una vez,
que me rompas cada parte de mi piel.
Destroces mí sangre que lo puede hacer.
Creer que así es la parte de mí ser.

Morir por hacerte sufrir,
sin pensar en el daño que viviste.
Creyendo que podrías revivir,
pero no pudiste, simplemente te convensiste.

Pero se que no es así, desisitís.
El amor es grande, no podés fingir.
Y me aguarda tu mano, solo para verte vivir,
estando a tu lado y ser feliz.

Harías lo posible por estar bien.
Soportarías muchos golpes, parado estas.
Te quedarías y esperarías.
Besarías cada sector de amor.

Me quedaría petrificado por sentir,
vivir ese latir que escucho desde aquí.

Esos caminos

Mí cuerpo quiere salir de este vicio.
Mí sangre quiere explotar de una vez.
Algunas veces esas soluciones no son simples,
y el dejarlas de lado es el camino fácil.


Son imaginaciones las que están en el piso,
entonces jugemos a que están vivos.
Fantasías viven en un cuerpo ambiguo,
que nadie quiere porque nada es preciso.


Y aquí es tiempo de abrir los ojos,
mirar el mundo con sentimiento vivo.
No son imaginaciones, no son juegos.
Son los sentimientos que me gritan hoy día:
"SEGUÍ TUS PROPIOS INSTINTOS.".


Mí cuerpo dice a gritos que no confíe en el ser vivo.
Mí ser me pide que esté en el momento decisivo.
Son las razones que me harán fuerte hoy,
el guiarme por mí y explicarme que no hay miedos.


Ya no hay miedos que vivir ni perseguir,
sino hacer caso al decir que no puede salir.
Sin seguir un camino recto quiero ramificar,
y así comprender que todo se puede ver.


Ver qué es lo que tengo en esta piel,
en la sien marcado sin que lo pueda leer.
Pero mis gestos me explican que no estoy muerto,
mis acciones guían un instinto fiel.


Y comienzo a crear un nuevo destino;
restablecer cada camino del olvido;
forjar mí alma a lo decidido;
sin sentir el peso de lo que pido.

23.1.10

Viaje en auto con recuerdos y presencias

Luego de un viaje largo y tranquilo, es que vuelvo a reposar mi birome en la hoja blanca para escribir, donde, con interés impaciente, me lleno.
Una vez descansé luego de tanto tiempo en esta cama, en esta casa, donde nunca he enviado ni una sola carta. Recibo la noticia agradable de verle feliz y con ganas de vivir a mi abuela Margarita. La última vez pisada esta tierra fueron siete años atrás e interminables, donde mí ciudad inmensa de inconscientes sonidos que deja aturdido, que, de lejos, parece el mismo infierno.
Fue la partida temprana, pero tardía, el momento en que me introduje en ese auto y comenzó un cansador viaje, en el cual pasamos por distintas temperaturas y por los diferentes territorios argentinos; donde la naturaleza, naturalmente, refresca las ideas de verdes, aparte de grises, arrebatándome la necesidad de respirar y de sentirme prisionero en tanta libertad; donde, pareciese, que fueron embargados mis recuerdos; donde, dentro mío, se hubiesen acostado a dormir por tanto tiempo; donde pareciese que me hubiese separado un abismo inmenso. Me he encontrado con paisajes que se habían ido. Pero ha vuelto a su lugar por cada paso o, mejor dicho, kilómetros transcurridos; donde descansábamos el cuerpo de vez en cuando.
Las charlas dentro fueron de autos y sus grandes conocimientos en cada empresa de estos. Yo, desconocido, miraba hacia otro lado por no sentir aprecio a esas voces cruzadas, en el cual mí mente abandonó aquél auto, donde el cuerpo quedó quiero, imaginando vaya uno a recordar.
El viaje lento y emocionante fue con emoción a llegar con celeridad y quedarme en un respiro inalcanzable. Por periodos mis recueros se acentuaba, se aclaraban, volvían con frecuencia. Algunos graciosos, donde mis hermanos, conmigo y otros, sentíamos una felicidad incontrolable. Recuerdo disfrutar juntos al tío Marcelo y el resto, nuestra estadía en el río, donde él, en sus brazos nos alzaba y nos hacía sentir la adrenalina de que el río nos llevase. Sabiendo que a todos nos impresionaba, pero con su seguridad y nuestra confianza, aquella adrenalina aumentaba. Recuerdos de días de camping donde el tío Marcelo llevó su auto por la noche, si presencia a un encuentro que llenó de felicidad y que interrumpió mí sueño y que, entre la oscuridad, no pude notar la cara que su rostro delataba, durmiéndose cerca de nosotros y la Abuela Chela. Dándonos una mayor tranquilidad bajo el cielo estrellado.
Recuerdo haber encontrado, junto a Federico, mi hermano, un perrito pequeño por la ciudad de Perico y querer llevarlo al pueblo El Carmen, en el cual nuestra parada, al lado de un canal, dejó otro pedacito que mí memoria referscó. Mí tío Alejandro, llevaba a mis hermanos y a mí a nuestro punto base, junto a mí familia, donde estábamos disfrutando de la frescura que ese canal otorgaba. El tío Alejandro dijo a Federico que se fijara la parrilla del auto, donde se pensaba que se encontraría algo extraño, pero en el cual fuimos engañados y recibimos un susto gratis e inmenso al sentir el feroz bocinazo sonar por delante y ver nuestras caras tornándose, lentamente, en cara de susto horrorífico y ver a Federico Caer al piso por tremendo impacto causado, donde esa pausa fue interrumpida por una fuerte carcajada por el dueño de ese auto, en lo que mí mirada de desconcierto fue clavada en la de mis hermanos. Comprendimos que fue un juego de su parte, el cual, con seguridad, intentaría repetirlo con alguno de nosotros.
Regresando a el viaje por ruta, donde mis recuerdos se harían carne, ingresamos en un pueblo donde se fortalecieron los recuerdos  y caminar esas calles junto a otras personas se veían de forma fantasmagórica. Hasta haber llegado a eso de las 15:00 a la puerta del nido de los renombrados recuerdos. Golpeé la puerta, que se veía nueva a esos recuerdos, dos veces, ya que había escuchado voces por dentro. Escuché pasos arrastrándose y llegando hacia la puerta, se escuché un sonido de llave girar y ver el picaporte bajar lentamente, donde se abrió la puerta. Y en ese espacio, de a poco se iba notando el cuerpo de la persona que más ansiaba ver luego de tanto tiempo.
Noté su misma expresión, ver bien de salud, la misma actitud y ver las cejas arquearse hacia el cielo, abrir su boca de forma de inmensa sorpresa. Centrar mí mirada en que sus brazos se abrían así lograr dar el abrazo que había olvidado, ya que hace siete años mí cuerpo había presenciado; y recibí tu emoción, querida abuela Margarita. Sentí recuperar su alegría y llevarla de un aire que, tal vez, necesitabas. Y hablamos, y hablamos, y hablamos por cuatro horas seguidas. Hasta que decidí descansar mí cuerpo en una ducha y recostarme hasta sentir la presencia de más familiares llegar y continuar, y seguir sin parar y actualizar nuestro ser hasta tarde, charlar y necesitar su respuesta, su punto de vista del hoy que presencio, de mí hoy.

3.1.10

Partiendo a Jujuy.


Bueno, comenzaré con esto. Ahora es tiempo de que me vaya a Jujuy. Luego de 7 años que no piso esa tierra de la cual mi familia es originaria. Iré en auto sin saber cuánto tiempo me quedaré, sin saber dónde pararé, con el solo conocimiento que en Jujuy es donde estaré.
Es satisfactorio saber que el 2009 me trajo mucho, lo cual afronté como pude, lo cual hice lo que pude, lo cual me dañó y dañé. Una historia pesada, difícil de llevar. Pero algunos personas dirían que "UNO ES LO QUE PUEDE.". Y así es como lo hice.
Pero es un 2009, es un pasado, es un año antiguo, una década antigua. Donde comenzamos una nueva década, un nuevo año. Nuevos proyectos, nuevas ideas, renovación y donde el pie derecho es donde se sitúa este comienzo.


Estoy viendo sí puedo poner mi Blog a un estilo más personal, más "personal", tanto como para mi como para el que lee, pero este sería mi Contexto, al decir la verdad. Lo que me pasa en este momento es el producto de mis escrituras, sean o no apetecibles. El hecho es que me descargo con ellas y pueden hacerme pensar más de la cuenta, tranquilizarme, darme el gusto de descansar por ellas, dedicarle mi tiempo, compartirlo, contarle. Siendo mi gran secreto. Este Blog voy a dejarlo en un link más directo, quiero que sea www.Onalem.com.ar, pero el cual tendré que esperar, y ojalá que con la vuelta de mi viaje pueda.


Voy a a extrañarla. Voy a necesitarla. Voy a sentir una presión en el pecho de querer encontrarla. Voy a sentir un sentimiento de lejanía, pero que será bueno. Estaremos lejos, pero estaremos más conectados. Sabes que lo necesito... Y bueno, mi familia es un apoyo. Pero en estos momentos...


Bueno, me voy a ir, ya que en una hora salgo.

Experimentamos

Hay mucha distancia ahora. No puedo regresar.
Pasando los segundos, es que me veo irme
sin mirar hacia atrás. Y es que mi rostro dice
que quiere llorar, llorar, llorar, llorar y llorar.

Entender que te dejo sola en esta ciudad,
sin que te pueda acompñar, me voy.
Me hago una prueba y se que no la puedo superar,
por eso comienzo a extrañar, soñar, pensar y esperar.

No es tan fácil como lo pensé, no lo es.
Y ahora me pongo frente al espejo y comienzo a cuestionar.
Y veo que entre nosotros siempre lo intentamos y aprendimos,
aprendimos con intentos, experimentamos, no caímos.

Me alejo poco a poco, porque el tiempo lo supimos
aprobechar, sin necesidad de adelantar o atrasar.
Disfrutamos cada segundo sin pensar en un futuro,
ni pensar en un abruto muro que nos pueda arrasar.

Y aquí estoy, en otro lugar del planeta,
esperando volver a el mundo y no estar mudo.
Decirle que no hay hogar sin su presencia,
que no hay plantas sin su belleza,
que no hay sentimientos sin su fuerza.

Me pierdo, me ausento, no hay encuentro.
Me voy, no volteo, me quedo y me voy,
me voy, me voy, me voy, me voy y me voy.
Y te siento atrás, en cada lugar.

Nunca nos transformamos, evolucionamos y mejoramos.
No dejamos que el problema nos encierre en cuatro paredes.
Y esperamos de nuestras decisiones las reacciones
y nos dañamos, dañamos y amamos, amamos y esperamos.

Una y otra vez

Será un tiempo el que me iré.
Y será es ese tiempo que no me presenciaré.
Estaré ausente, aunque seré fuerte.
Aferrarme a tus escritos, no renunciaré.
No me verás el cuerpo, ni los ojos,
ni mis manos, ni los brazos.

Volveré a ver tu expresión una y otra vez.
Tocaré tu cuerpo sin ver.
Sentiré tu presencia en el anochecer.
Desiaré tenerte cada atardecer.
Necesitaré de tu fuerza una y otra vez.

Será un tiempo el que no esté.
Y será la fuerza de los dos
desmayada por la distancia.
Pero seremos muchos y venceremos.
No dejaré que te sientas sola,
es ahí donde estaré.

Mirándote en todo momento.
Escuchándote en cada verso.
Extrañándote en mi tiempo.
Ocultándome en un sentimiento.
Esperándote a volverte a tener.

Su llanto

Siento el cuerpo temblar.
Una mano en mi cabeza,
el pecho que se asfixia,
la presión esta ida.
¿Qué esta pasando?

Vuelvo a recordar tus palabras:
"Me voy, no te voy a ver.".
Y es cuando mi cuerpo cae.
Y es que no se por cuánto tiempo
no te voy a tener aquí conmigo...


No puedo soportar los días que no vas a estar.
Duele como nunca en mi corazón.
No puedo ver pasar los días.
No quiero estos momentos en mi vida.

Se va. Se esta yendo. Se va.
Porque quiere respirar una nueva aire.
No me dejes aquí, muerto. Me muero.
Porque siento el quiebre en mi llanto.
En mi llanto...

Me acuesto para descansar un poco,
pero las horas pasan y no puedo
dejar de pensar que estarás lejos
y que no podré estar ahí, en vos.

Pierdo la fuerza sí no te puedo
presenciar, aunque sea una vez.
Y donde quiera que vaya,
donde quiera que este, te extraño.

Prometiste que no harías cosas malas.
Sos lo más importante para mí.
Recuerdo que nunca soltarías mi mano.
Pero es ahora que te estas marchando.

Y te vas, se esta yendo, se va.
Porque necesita un nuevo aire.
Y muero. Muerto. No me dejes solo.
Porque siento que no valgo.
Es mi llanto.

"No voy a dejarte, no voy a dañarte.
Voy por un tiermpo indeterminado,
pero estaré pronto, porque también
te extraño. También te amo.".

No me dejes, porque siento que
lloverá todos los días sí no estas.
Y hará frío en cada mañana,
y habrá soledad en cada hora.

Se va. Se esta yendo. Se va.
Porque quiere respirar una nueva aire.
No me dejes aquí, muerto. Me muero.
Porque siento el quiebre en mi llanto.
En mi llanto...


Y te vas, se esta yendo, se va.
Porque necesita un nuevo aire.
Y muero. Muerto. No me dejes solo.
Porque siento que no valgo.
Es mi llanto.