Diario: 29.12

Caminamos por calles no caminadas hace mucho tiempo, deshabitadas y silenciosas, ya que era luego de Navidad y la gente descansaba. Pero vos y yo salimos a caminar así charlar y charlar, mostrando nuestras diferencias y semejanzas. Quedaste parada y contándome, yo escuchándote. Hablé y hablaste, NOS escuchamos y nos prestamos atención. Hace tiempo que los dos no teníamos algo parecido.

Todo fue una previa a lo que realmente vendría, a lo que decidí que enfrentemos: Vos, yo y "La señora". Nos encontramos y hablamos. Los nervios estaban, pero no estaban notorios. Mi silencio y sus voces sonaban y yo observaba admirado, porque estaban charlando dos personas que significan para mi.

Y te desahogaste, sacaste en limpio todo esto que te consumía, enfrentaste tu miedo, golpeaste alto y bajo, subiste y bajaste, ahora estas sin miedos, sin presiones y con más verdades. Pero extrahíste todos mis secretos, ya no tengo nada que ocultar, estoy totalmente vacío, sin algún secreto propio, sin nada más que yo. Conocés todo de mi a estas alturas, pero yo sigo sin conocerte a vos... no conozco nada de vos.

Pero dejaré estancado este sentimiento y traeré felicidades a nuestros pensamientos, descansaremos a nuestras mentes y más tarde nos enfrentaremos. La alegría y el "recreo" pueden servir en estos momentos negros.