Hola, Bienvenido a mi blog!

Puedes seguirnos en las redes sociales o suscribirte al feed.

¡Suscríbete a nuestro blog!

Recibe en tu correo las últimas noticias del blog. Sólo ingresa tu correo para suscribirte.

contact form faq verification image

30.6.12

En ropas sucias.



Lento caminé, mis dientes nacieron, mis primeras palabras fui copiando, sin entenderlas, di mis primeros pasos, sentí mi cuerpo más blando. Miré sus rostros, de a poco los fui adaptando, me alimenté de sus cuerdas vocales, para reconocerlos; me miré a un espejo, fui conociendo mi cuerpo.

Me protegieron, me escapé y me lastimé, me curaron. Me dieron experiencias, me senté a escucharlas y a aprenderlas. Ensucié mis ropas y no me importaba el qué dirán, porque solo disfrutaba con mi risa. Estuve en mi pupitre, y otras me dieron conocimientos. Me copié, disfruté hacerlo, pero no entendí después.

Ellos crecieron a la par, tuvieron que romper las primeras barreras primero. Yo, crecí más libre que todos. Aprendí a vivir de un modo, tomé las culpas que no debía para protegerlos también. Me mandaron a mi cuarto y lloré solo.

Chirlos recibí, pequeño era, y ya comenzaba a crecer. No quise algunas cosas, así que huí de ellas. Prendí un cigarrillo, supe que estaba mal, pero las cosas que no me enseñaron, las experimenté por mi cuenta propia. Manché mi ropa de cosas que no saben, como de otras que son cómplices.

Y sentí que sus abrazos o sus besos se fueron disuadiendo de a poco. Se fueron lavando como la ropa sucia. En puntitas de pie supe entender cosas que ninguno de ustedes atinaron a decirme. Me guié solo en mi propia "autodidacticidad" y me lesioné muchas veces, pero me gustaba hacerlo, porque crecía.

Lloré a puertas cerradas, me crecieron huecos en mi pelo durante años, tengo cicatrices, tengo dientes faltantes. Todos son recuerdos de experiencias. Y hoy día los miro a ustedes también. También sangran, también les faltan dientes, también tienen cicatrices. Y como me pasó a mi, a ustedes también, me ausenté cuando debí estar presente.

Pero están en mi corazón, latiendo sin pedirles nada a cambio. En mi corazón están tatuados sus nombres, dentro mío están. En mi corazón sostienen mi mano, porque se que ahí están. Desde mi nacimiento, hasta mi muerte: ahí están.