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18.5.10

Mis manos

Mis manos tienen cicatrices de dolores que han pasado.
En un pasado todo se esfuma y se dispersa,
pero que en el fondo queda impregnado
con los perfumes que rozaron la piel
en estados que no pueden ser explicados.
Son los sentimientos del ayer los que me hacen temblar la piel,
sin poder entender la sangre que sale
 dentro por no hacer lo que se debe hacer.

Solo entenderme una vez, ser sincero en este amanecer.

Mis manos están cansadas y dolidas del desgarro que los músculos forzaron.
Pero entienden con caricias, entienden con cenizas, entienden con el aire que rosa.
Mis líneas ya no me describen, ya no me dicen, ya no me cuentan, solo me critican.

Me perdí detrás de ese mural, de ese Muro de Berlín
que me puse solo para no poder salir.
Mi mundo ya no es cómo era, ahora soy feliz,
con sentimientos puros, siendo sincero y verdadero.
Pero tengo un hueco que se filtra el dolor,
un pasado dolor que produce la lágrima.

La textura y sus uñas están temblando, no quieren más
recordar aquél doloroso pasado que han lastimado.
Pero necesita de sus manos, porque siente dolor, mucho dolor
por no responderle a sus preguntas y quedarse callado.

Quisiera borrar de a poco la poesía escrita, eliminar mis recuerdos,
no entender de conocimientos, esparcirme como la ceniza.
Quisiera resetear mi sistema y volver de nuevo
para no escuchar los sentimientos que mi cuerpo esta produciendo.

10.5.10

Aturdido te estoy dejando

Abro mis ojos y todo esta oscuro, no puedo entender cómo sucedió, pero aquí hoy día nos encontramos. Cómo enfermé mi mirar con las bacterias que me infectaron. Siento que estoy en el borde de caer, pero solo se que no quiero lastimarme. No correr de esta vida y ver con claridad. Son mis errores el producto de tu estar. Nuestros enfrentamientos son porque no puedo terminar con lo que te angustia de verdad . Quiero dejarte respirar y hace a un lado tanto mal.
Una lágrima más, otro sonido aturdidor, otra paliza a tu corazón. Eso es como sentís. Un punzante ardor que quema el interior, una paliza gratis solo por vivir. Nunca es suficiente, nunca es demasiado, nunca se finalizará el padecer de ese cuerpo quebrado, pero persistente.
Incluso en todo ese dolor, estuviste ahí sin soltar mi mano y aferrarte sin pensar. Quererme y soportar. Las consecuencias te fortalecieron sin apartarte de ese lugar. Una adicción al cuerpo necesitado de abrazos, una mano que acaricie las cicatrices que te hice y unos besos que calmen tu dolor.
Estoy tan enojado con vos que no puedo cambiar mi pensar, no encuentro las maneras posibles para clamar la sed de lagrimar que contengo. Nada puedo decir, pero mis expresiones hablan por mi. Así que escuché lo que en voz alta dicen mis palabras. La sinceridad en que hablo no la vas a encontrar en ningún lado. Nunca lo hubieses esperado el amor que este cuerpo te esta probocando.

Moretones

Moretones de sus palabras marcan puñetazos en ese cuerpo inocente. De su voz el sufrimiento, la voz quebrada en búsqueda de ayuda que quiebra sus simientos, pero nadie la reconoce. Él se jacta, no desaparece, mantiene su palabra en alto tono. Así es como mantiene su autoridad en gente que no puede defenderse. Sus insultos son el principio para marcar el incentivo a sus palabras, así levantar la mano y marcar, en morados, el tinte de un dolor. Enciende sus motores y avanza, no se detiene. Afronta débiles porque no puede contra los fuertes o iguales. Comienza y muestra las garras del animal que inventó para protegerse de algo que en su pasado lo compromete.

Pero no más dolor, no más marcas en el rostro, no caminar con lentes oscuros en las calles, no más miedo, no más justificación. No quiere más que su cuerpo sufra sin haber tenido una respuesta del por qué sucedió. Se olvida lo que la felicidad es y le duelen sus recuerdos porque no los tiene, él los destruyó. No dejó ninguna prueba de lo que ella se llevó cuando pensaba que él sería su eterno amor. Todo en aquél incendio que él proboco para borrar los lazos, no se conformó, pero lo calmó.

Fue el primer dolor que reibió, tan grave que él cometió. Se destruyó, lo destruyó, no le importó, solo a él lo tranquilizó. Pero qué será de su sonrisa, qué será de sus cejas al recibir alguna noticia. Hace tiempo que desapareció de las llamadas, de las cartas, del contacto que ella presenciaba. Durante meses se ausentó a los encuentros que algún día prometió. Él la condenó, entre cadenas a ella la esposó, sin su consentimiento, él la atrapó. Sus golpes comenzaron con unos empujones y de un día para el otro no hubo maquillaje que pudiese tapar los morados de su piel. Entiende que todo aqullo acabó, los días buenos eran solo ficción y ahora solo quedan los pedazos de esa relación.

9.5.10

Recuerdos

¿Recordas el dolor que tuviste en tu piel?
¿Soy la esencia de lo que producí?
¿Es una razón estar cargando con culpas?
Todo el pasado que estuvo tan viviente
fue cuando me decidí tan consiente
de seguir sin perderme en mi.

Te esta matando el dolor que dejaste atrás.
Creo que no podes expresar lo que sintió
ese corazón que partió en acciones
frías para fingir sucesos que desvivian.
No entendés lo equivocado que fue
el decirte las verdades que callé.
Me separé y dejé una cicatriz en tu corazón.

Los golpes sangrientos.

Aquella mujer hablaba en un susurro profundo, era difícil de entenderle a dos metros de distancia, pero su leve tono, el quiebre, el dolor, el llanto que murmuraba era difícil de notar. En ocasiones su caminar se modificaba. Con inseguridad y acecho sus ojos volteaban hacia atrás, para desear no encontrar el golpe que le doliera en su frío caminar. Desapareció por mucho tiempo su presencia.
A casa llegó un día unos minutos tarde de su trabajo, pero, raramente, su pareja estuvo desde temprano en aquél sofá con su musculosa blanca y el control en la mano. Delante de él, donde estaba la mesita de vidrio, un cenicero por la mitad de colillas de cigarrillos y en su mano izquierda se esfumaba el humo del cigarrillo que sostenía. Al lado del cenicero, unas botellas vacías de cerveza de 350ml. y una apoyada, sin estar en posición horizontal, sobre la mesa a medio consumir. El partido de football estaba ahí delante, el juego estaba en mitad de cancha y su resultado era 0-0.
A casa llego un día unos minutos tarde de su trabajo y sucedió. El miedo la inundó. Su pareja fijó su mirada en su entrada y preguntó: "¿Dónde estabas?, llegaste más tarde de lo usual. ¿Siempre llegas a esta hora? ¿eh?, ¿me estabas omitiendo este detalle, mujer?. ¿Pensaste que era idiota?, ¿creés que no me doy cuenta que estas haciendo de las tuyas?. ¡Aquí tendrías que haber estado hace un laaargo tiempo, estando preparándome la comida y dándome la cerveza!. ¿Qué haces ahí parada, nena?, ¡¡movéte!!.". Ella estaba petrificada, su mirada buscaba a dónde ocultarse, pero no sabía dónde. Su miedo la invadió y se quedó petrificada, no podía moverse, quería hacer algo, decir algo, justificarse, al menos una escusa. Pero nada sucedió, ahí se quedó quieta, con su cuerpo temblando sin su voluntad, con sus nervios en un absoluto estado que nunca pudo explicar.
La ira de su pareja aumento considerablemente en unos pequeños segundos, pero aumentó más al ver que el partido de football había de estronar un grito de un nuevo resultado: "¡¡¡GOOOOOOLLLL!!!.". Su equipo perdía en los últimos minutos. De repente agarró la mesa por su alto y su ancho y la impulsó contra la pared violentamente, destrozándose, estallando, muriéndose aquella mesa que a ella le gustaba y  guardaba un sentimiento personal. Las botellas de 350ml. aumentaron el ruido, algunas rotas, otras para aturdir. El polvo voló sobre toda la habitación, aquellas colillas de cigarrillo ya no se encontraban juntas, sino esparcidas. Polvillo comenzó a verse flotar por el reflejo de la luna, cerveza en el piso con montones de vidrios rotos, tanto grandes como chicos.
Su pareja insultó como nunca pudo y el miedo que a ella le invadía era tan inmenso que no sabía que no sabía qué estaba ocurriendo, solo entendía que petrificada estaba. Comenzó a caminar violentamente hacia ella por aquél pasillo de algunos recuerdos donde todo era amor. Quiso correr, pero no pudo, quiso gritar, pero no pudo. Estaba cerca y seguía igual. Una mano abierta venía de su lado izquierdo, impactando contra las lágrimas que caían por su mejilla. ¡Al fin un grito!, ¡al fin pudo moverse!. Su cabeza impactó contra el otro lado de la pared. Una mancha roja pudo ver, todo se modificó, todo ocurrió tan rápido, pero tan lento.
Los golpes que recibió fueron la la causa del por qué su pareja al día de hoy, tras rejas, estaba. El dolor que sintió, la sangre que perdió, su miedo albergado en aquél departamento, su estado en coma por muchos meses. Todo fue tan sangriento, tan desesperante, tan insensible. Su cuerpo tardó en cicatrizar, sus reflejos se perdieron un poco pro haber roto nervios. Tan débil estaba, tan mal. Un aspecto difícil de describir y que su pareja justificó que su conocimiento perdió, sin tener control de su cuerpo.
Él por mucho tiempo ahí se quedaría, ella, en su baño de sangre, a causa de su pareja, en un estado vegetativo la dejó. Sin vida que vivir, sin alimento que nutrirse. Un baño de sangre en el momento de encontrarla y muchas lágrimas derramadas. Su vida había terminado.

Alas de ángeles.

Ángeles que se presentan en la vida, pasión de un abrazo, dejen que, con mis alas, pueda cobijar la parte que me une en un suave fuego que calienta el corazón en fríos inviernos que congelan hasta la mínima llama de luz. Quiero de tu suavidad el sueño que Hypnos me prohibe y que a Chronos podamos desenfocar. Descansar en un lugar sin pensar que el tiempo nos pueda molestar. Lastimemos nuestra espalda para protegernos del miedo en el que nos reflejamos y curemos nuestra piel con besos, sanando, en lágrimas, el vacío al cual pudimos llegar. Respiremos profundo el tiempo de encuentro y vayamos a volar en las alas del ángel que se supo presentar.

2.5.10

Soy el dolor de muerte

¿Soy un dolor tan parecido a un tumor?. ¿Hay razón de por qué hago cosas sabiendo que te volvería a herir?. Tengo una culpa en mí, tan grande que no se cómo deshacer ese error que ocacioné. Mentí a alguien más, solo para no sufrir, pero lastimo a muchos solo para salvarme a mi.

Me mata sentir que me estoy debilitando. No se demostrarlo, más que ocultarlo. Siempre soy culpable aunque no haya pecado. Sentiré el error hasta que me canse de él. ¿Es porque trate tan mal a todos, pero el sentimiento fue tan suave de mi voz que terminaron todos afectados?.

¿Soy un dolor tan parecido a un tumor? Una quimioterapia que no para y a uno lo debilita, alucina. Por qué me siento tan culpable sí ustedes me perdonaron del daño que les causé?. No puedo aguantar la presión de mi cabeza. Silencio y no me apoyo, solo lo contengo. Pero de mis ojos salen las lágrimas que en mi interior estan prohibiendo.

Debería negarme de hacerlo, no seguir el procedimiento. Te voy a dañar sí continúo la misma línea, pero un beneficio puede surgir y es seguir. Porque mi corazón esta ahí, tan dentro que se puede derretir. No me dejes solo aquí. Me muero, me muero si me soltas la mano. No se cómo seguir, me pierdo solo en mi.

¿Soy el dolor que te hice pasar? ¿Ese tumor que no pueden sacar? Tengo culpas dentro que no puedo exprimir, cicatricez que nos unen.

Pero me esta matando verte enfrente mío sin sentirte debil. Me mata observar tu cuerpo con tanto dolor dentro. Y muero al comprender que todo eso lo causé. ¿Cómo podés estar con alguien que tanto te hizo pasar, que tantas cicatricez en el alma te marcó?.

Soy el responsable de esto, no puedo soportrarlo.