Sacrificio resurgido

Ya tengo mucho tiempo siguiendo tu interior.

Muchos minutos profesando tanto amor.

Creo en que el sacrificio que hay en vos,

en los segundos que pasamos y nos escuchamos.

Todas esas veces que agarré tu mano y deseé tanto,

pero tantas veces, el estar a tu lado y hoy te miro,

deseando de tu voz el tono más enamorado.

Y busco en las cenizas que están en mi interior.

Encuentro las vivencias, el peso que me dieron y acepté.

Pero disfruté como un Dios.

Se que ahora es pasado y que te arrepentís por haberme atentado,

me quemaste y, por amor, no dejé apagarme.

Porque sí lo hiciste, por algo será.

No te voy a preguntar, sé que así lo deseás.

Mirá las cenizas, soy el fenix renacido y, por eso,

lo dejo en estos escritos el sentimiento tan vivido.

Solo espero que estas palabras lleguen a tu corazón y duerman ahí.

Porque puedo enseñarte del sacrificio,

a afrontar los hechos que probocás y

recibir de ellos los abrazos o golpes que surjan.

Porque cada causa tiene su efecto y su consecuencia dolerá

o no, pero llegará en su momento en que te sepa asfixiar.

Tengo tanto tiempos por contar que no entran donde tengo el lugar.