Ni el Olimpo me detendrá

Sus manos. Si, sus manos.

Es su tacto el que me transporta

a las ruinas de las antiguas polis griegas.

Su aliento, cómo expulsa su aire que tiene dentro,

es el que me levanta del sueño

en el que Hypnos me dejó inmerso.

Es tan hermosa que no la puedo describir.

No hay nada parecido a su espiritualidad,

única en el espacio y en este lugar.

Quién me lleva a la verdad, evolucionando sin parar.

Cuando confesas lo que sentís,

el mundo se vuelve cámara lenta,

y veo pasar el tiempo como una gran eternidad.

No hay nada que me pueda desconsentrar.

Y cuando mirás concentrada sin que te puedan molestar,

sos tan hermosa que hasta Medusa se petrifica y

Afrodita siente envidia de toda la belleza que radias.

Cuando puedo besar esos labios,

Chronos se rinde, porque sabe que no me puede vencer.

Estas cadenas que no me dejan vencer, no me van a detener.

Por que sos la razón por la que aumento mi fuerza natural.

Ares caerá, Athena morirá y yo podré cruzar

los mares que Poseidón me quiera hacer enfrentar.

Pero no me voy a detener hasta verte en mis brazos descansar.

¿Sabés el por qué?.

La razón es porque me haces quién quiero ser.

Y no hay nada que me haga cambiar,

porque sos la perfección que nunca se va a modificar.

Sos todo lo que quiero, porque sos hermosa.