Pero no más dolor, no más marcas en el rostro, no caminar con lentes oscuros en las calles, no más miedo, no más justificación. No quiere más que su cuerpo sufra sin haber tenido una respuesta del por qué sucedió. Se olvida lo que la felicidad es y le duelen sus recuerdos porque no los tiene, él los destruyó. No dejó ninguna prueba de lo que ella se llevó cuando pensaba que él sería su eterno amor. Todo en aquél incendio que él proboco para borrar los lazos, no se conformó, pero lo calmó.
Fue el primer dolor que reibió, tan grave que él cometió. Se destruyó, lo destruyó, no le importó, solo a él lo tranquilizó. Pero qué será de su sonrisa, qué será de sus cejas al recibir alguna noticia. Hace tiempo que desapareció de las llamadas, de las cartas, del contacto que ella presenciaba. Durante meses se ausentó a los encuentros que algún día prometió. Él la condenó, entre cadenas a ella la esposó, sin su consentimiento, él la atrapó. Sus golpes comenzaron con unos empujones y de un día para el otro no hubo maquillaje que pudiese tapar los morados de su piel. Entiende que todo aqullo acabó, los días buenos eran solo ficción y ahora solo quedan los pedazos de esa relación.
0 críticas:
Publicar un comentario
Preguntame lo que quieras sí tenés algo para decir, comentá anónimamente. Dejá tu critica sobre lo que acabás de leer, me gustaría ver tu punto de vista.
Muchas gracias.