Égome

Estoy solo, esta ausente soledad oscurece. Pierdo mi enfoque, solo te quiero ver. Aguanto de la manera que...

Puedo darte mis palabras, pensarte de más, necesito de mi. Me ahogo en vos, me hundo en esta pileta, me sumerjo en el agua de mi estado. ¿Qué puedo hacer?, sí tu caricia la imagino y no estás ahí, la necesito y no aguanto el recuerdo del perfume de tu cuerpo abalanzarse sobre todo. Ya no puedo conmigo. Es tu dedo el que baila por mi mejilla, el calor de tu mano lo siento en mi rostro bajando, tu piel la extraño, mis ojos denotan "extraño". Son estos los recuerdos del momento más denso, pero, aunque escriba, no te hará volver.

Hago lo mejor por superarme, pero sos más fuerte. Me debilito tanto cuando no estás, duele tanto pensar, imaginar que me acompañás. Tus viajes largos-cortos, no importa el caudal, el tiempo sigue y falta menos ya. Ya te sueño, te veo en otros cuerpos, alucino porque no te tengo. Dejame escribirte una vez más las palabras que son parte de mi. Dejame encontrarte en los archivos de mi memoria, dejame presenciar los lugares que nos representan, cada sector donde nos refugiamos por largos minutos. Dejame leerte en la letra de tus cartas blancas. Me impide estar, se me impide solo estar, alejado más, cada vez más. ¿por qué se agiganta esta necesidad?. Soledad está, esta vez, recordándome constantemente que ahí estás: ausente ante mí, asustante debilidad.

Égome una vez más por pensar, necesitarte más y más. Pensando en mí, égome por quererte que estés acá. Solo yo por esta vez: égome; por escribir para mi, queriendo de vos todo tu poder presente, hacerte el amor sin que el tiempo nos golpe otra vez. Égome por saciar mi placer y llamar a mi mano complacer el sudor que tiene la piel. Égome por ser un tarado, saber que esto aumenta mucho más mi estado. Pierdo solidez, la historia está afectando aunque bien sepa que estás del otro lado leyendo las palabras que estás, por bajo, recitando.

Égome, égome, égome, égome...