Montañas

Piernas fuertes se forjan en pendientes,

tornando firmes los músculos para no rendirme,

pero siempre habrá momentos en los

que tropezaremos y caeremos en el suelo.

Pierdo en mi enfrentamiento, mi cuerpo no atiende

cada músculo se pierde, la mirada esta ausente,

los movimientos no responden.

Ya ni las esperanzas pueden...

Siempre venceré a las montañas, no importan sus distancias.

Caminaré y sangraré, pero nunca retrocederé.

No perderé mi fe porque siempre dice que llegaré.

Ya no importa el tiempo que tome

ni los kilómetros que se cuenten...

Es la experiencia, la experiencia.

No importa sí a más altura más frío pasaré,

estas son las posibilidades para conocer, siempre las recordaré.

Ya no duele estar solo, este es un momento de crecer.

Quizá no se trate de la cantidad o calidad,

quizá no sea expresar o silenciar.

Siempre hemos de intentar, intentar, intentar.

Ahora hay que caminar y caminar

en esta pendiente que no tiene final.

Siempre transpiraremos las derrotas y lloraremos las batallas.

Siempre nos congelaremos sí estamos muy arriba.

Siempre nos perderemos, pero nunca le

fallaremos a la fe que llevamos dentro.

Siempre venceré a las montañas, no importan sus distancias.

Caminaré y sangraré, pero nunca retrocederé.

No perderé mi fe porque siempre dice que llegaré.

Ya no importa el tiempo que tome

ni los kilómetros que se cuenten...

Es la experiencia, la experiencia.

Continuarás subiendo alto, esperando que hayan cambios,

pero el cielo celeste que vi desde abajo se vuelve gris

y llueve más fuerte cuando me voy

aproximando a la cima de esta montaña.

Llueve y se forman ríos... llueve y todo crece.