Momentos que contar...

Ya tengo mucho tiempo siguiendo tu interior, muchos minutos profesando tanto amor. Creo en que el sacrificio que hay en los segundos que pasamos y nos escuchamos. Todas esas veces que agarré tu mano y deseé tanto, pero tantas veces el estar ahí. Hoy te miro con deseo de escuchar el tono más enamorado. Busco en las cenizas que están en el interior, encontrando las vivencias, el peso que me dieron y acepté. Disfruté como un Dios. Se que ahora es pasado y que arrepentimiento sentís por haber atentado, me quemaste y por amor, no dejé apagarme. Lo hiciste, bien sabrás por qué, no te voy a preguntar. Mirá estas cenizas, solo quedan los grises por haber renacido, un fénix que vuela con alivio. Soy la persona que padeció y por eso lo dejo en estos escritos el sentimiento tan vivido. Solo espero que lleguen a quien lo viva realmente, durmiendo en ellas. Se sacrificar, afrontar los hechos que uno provoca, recibir de ellos los abrazos o golpes que surjan. Recordemos que a la causa, le sigue su efecto, su consecuencia dolerá como no, pero siempre llegará, como la mentira tiene patas cortas. Tantos momentos que contar...