Buenos Aires

Respiro de nuevo, vivo de nuevo, mis manos sienten algo de nuevo, tengo un abrazo nuevo, mis ojos observaron de nuevo, mis tembleques resultaron nuevos, un aroma nuevo, un perfume nuevo, una piel nueva, un tiempo nuevo, un te quiero nuevo, un cuerpo nuevo, un sentimiento nuevo. Un te necesito, te quiero, te espero, quiero este momento y más...

Algo que me hace temblar, porque mi cuerpo expresa así la forma de querer, la forma demostrar, la forma de expresar lo mucho que aprecio, lo mucho que quiero, lo mucho que me da.

Aguanté lo que pude, no quise que sea en el primer momento, pero no aguanté más, no pude mas. Mis labios, mi mirada, mi piel, mi olfato, mi tacto, mis manos, mi habla no pudieron más soportarlo ocultarlo, no soportaron omitirlo y demostraron que mi muerte se notaba, mi muerte demostraba que no podía más, hasta que callé, silencié, solamente sentí... Sentí.... Sentí.... ¡SENTÍ, VIVÍ, AMÉ, OBSERVÉ, OÍ, PROBÉ!

Y se me arranca de la piel que se vaya, que pasen días sin volverla a ver, sin tenerla, sin confesarle mucho que no dije, mucho que quería seguir demostrando, queriendo que la madrugada se alargue. Vivir nuestra primera madrugada de tantas que vivimos. Pero no pudimos, tal vez para la próxima. Pero quiero tenerla, poseerla, contar sus lunares, sentir su piel, enamorarme más de su perfume, del tacto de su piel, de su cuerpo que irradia miel.

Y ahora me siento débil, me siento un zanguango, me siento inútil, me siento estúpido, me siento imbecil, por dejar que se vaya por esa puerta, desviando nuestras almas por segunda vez. Y ahora qué hacer con esto... Esperarla hasta nuevo aviso, sentirla dentro de unos días... Pero... No quiero.... Quiero un abrazo, un beso, confesiones, mas confesiones, más amor, más...

[24.Mayo.2009 -13:41-]