Aferrandote a tu Teddy

Sufrimiento por dejarme, disculpas. Otras maneras de debilitar todo lo que construimos y ahora sos tan predecible que no sabes controlar, pero supe que lo ibas a hacer, por lo que te dejé un regalito antes de que desperdiciara mi vida con vos.
Agarrás tu Teddy y no sabes que preguntar por lo que lo comienzas a zamarrear porque no te sabes controlar. Es algo material, pero no te das cuenta por lo loca que tu mente decide estar.
¿Qué progreso necesitas? Ya esta, sí solo hablas, ya hablas, y hablas, dejando que nadie te comience a molestar. Tus codos, tus rodillas hablan y sí sola se ahora como quedas con un peluche que no sabe escuchar.
“Que ciega estuve… ¿Cómo puede ser así? Quiero la verdad de ti sobre mí, se que fui lo que fui y lastime son pensar. Pero quiero la verdad, aunque me haga llorar. Dímela porque no soporto la situación de que todos se vayan de mi lugar”.
Y él le responde, ella logra llorar. “¿Qué te piensas? ¿Qué crees que estás haciendo? ¿Solo por mostrar tus lamentos pensás que te apoyaré? No mujer, vuelve de donde viniste, guárdate las lágrimas en tu bolsillo vacío. Lo hecho, hecho esta, tu manera de ser no se modificará. Demuestra con acciones lo que estas actuando, sí sé que doy la media vuelta y con un arma me estas apuntando, dando el balazo, salpicando tu putrefacta vida de gente que en el pasado te dio algo que nunca en tu vida sabrás valorarlo.