Tobogán

Y como un niño feliz, contento de estar en la plaza, junto a la familia deseada,
envidiada por lo que dice el habla. Se lanza una vez más por aquél tobogán,
sintiendo que el aire rompe en su cara, y termina en otro lugar.
Comienza en un mundo de nieve, donde todo es blanco y el frío se siente, observando
bolitas blancas descansar al tocar, suavemente, el piso. Observa, aquel niño,
por los árboles y se mete por esos rincones.

Siente el miedo de ser atacado,
pero ser curioso prohíbe la entrada al miedo.
Y descubre un mundo nuevo
en total silencio, dejando de lado
los misterios guardando ese nuevo secreto.

No quiere escaparse, quiere quedarse ser presa de ese mundo invierno
por toda la primavera. Un tornado aparece, y el niño corre porque tiene miedo
a que lo alcance. Desea quedarse sin molestar a nadie.
Un triángulo suena y hace que se despierte de su caída, pues nadie se escapa
de esos vientos absorbentes, y ve su mundo fantasioso esfumarse.

Abre los ojos y se da cuenta que
el viento rompe en su rostro
y que un pestañeo lo hizo
sentirse en los cielos.
Toca el suelo y se va sin importarle.

[20.06.2009 -1:20-].