Mis latidos

Ya no puedo más, quiero gritar.
Que seas tú quien mi mano pueda sujetar.
De las noches negras que tú tinte pueda pintar.
Ver de tu habla la calma de mi paz.

No puedo más, siento que me hundo en mi propio mar.
Navegando en mi agua turbia que no puede sanar.
Son mis gotas de lamentos las que no pueden parar.
Son lágrimas las que no dejo de expulsar.

Siento mi mano en mi pecho, en mis latidos creo.
Ya no puedo jugar, solo tengo que madurar.
¿Capaz o incapaz? No es una apuesta, es la realidad.
Ya no dolerá porque todo llega a su final.

Sí me mimas, me hablas, me calmas, me callas,
me animas, me sueñas, me escuchas, me abrazas;
podré sentir la tranquilidad que no me alcanza.
Puedo ver mis ojos la intranquilidad que no me deja actuar.

Y necesito estar en paz, dulce amargura disipar.
Quiero respirar, quiero ver, quiero sonreír,
quiero disfrutar, quiero fantasía, quiero la verdad.
Solo quiero algo que me haga feliz en la realidad.

Silenciar en mi propio cuerpo,
obligar a que no omita sonido al hablar.
Ocultar en mis ojos el movimiento
que no deseo acumular para no observar.