Casa abandonada

Que tan raro lugar. Doy paso por paso y camino con este frío invernal que me congela todas las venas, lo siento por dentro. Me acerco a tal distancia que la puerta pareciera quebrada por tantos daños, mis pretensiones las vengo a aclarar. Se ve oscuro hacia dentro, se ve negro por dentro, como sí fuese una casa abandonada, dejada hace tiempo. Me distraigo con su escultura y me meto por la puerta dando sintonía nueva, como sí todo se volviera difuso entre partículas de polvo y distorsiones de computadora.
Comienzo a observarla, con una cara rara sin soportar ver como se aclara. Paso a paso, algunas puertas se me niegan, pero continúo inspeccionando esa realidad destruida, esas puertas negadas las abriré mientras que repare cada parte. Arriesgándome a lo desconocido me conecto en lo interno de lo que ahora estoy viendo y sonrío como loco al ver que no se que es lo que estoy haciendo. ¡ESCUCHO UN RUIDO! Me levanto por instinto mío de trinar mis músculos. Precaución: Mis latidos hacen nuevos latidos, hago un silencio en el infierno que me he metido, resuena en la habitación un silencio y la caída del polvo por el sonoro retumbante latir que se escucha con eco. Pero me quedo y observo los lugares en los que me encuentro y busco razones para que se ilumine nuevamente todos los sentidos de la casa abandonada.
He producido con mis manos nuevas maderas, reparado con mis técnicas nueva escultura y más pasiva, de la noche al día me dejaré sí es necesario para verla encendida. Hago una presión que quiere salir por mis venas, sin tenerle miedo al ruido escuchado en un rato del pasado, puedo sentir el futuro. Siento un sismo en el piso mismo que me deja en el entrepiso, atascado como un niño inofensivo. He caído, me siento vencido, pero no me rindo. Con mis lastimaduras y dolores me levanto del suelo destruido. Tengo un objetivo y quiero cumplirlo así poder vivirlo.
Un frío invernal siento en las orejas, pero no dejaré que el frío me congele las ideas. Me propongo mejorar el lugar y aunque caiga me volveré a levantar, sin rendirme lo voy a soportar. Con lastimaduras, continuo: reparo escaleras, curo las puertas, sano las ventanas, construyo un nuevo piso. Y sigo sin un juicio, solo el mío por meterme en una casa que no me pertenece e invadirla con mi propia sintonía. Y me acerco más, cada vez más a mi último objetivo que veo producido.
Ha pasado tiempo del primer paso cedido. Me toca retocar más cosas. Y compongo las piezas que me faltan, pinto las paredes, le doy un nuevo tono, la retoco y me pongo como loco al ver que la casa esta terminada, que los sentimientos se están viendo con los ojos sin que puedan omitirlos:
Sentimientos que se ven en cada paso que di, entre abismos sin salidas, entre caminos diferentes que me han unido. Sintiendo de mis pasos resonar la tierra porque se que estas llegando. Sintiendo de mis pasos el rastro de mí aroma que dejo en el aire. Percibiendo de a poco tu aroma, el cual me llena los pulmones de tu gran perfume que me choca. Sentimientos nuevos producidos en cada caída, en cada desgaste, en cada instante, en mi mente.

[Continuar y mejorar]