Hades

Cruzo la puerta en el Averno y siento muy por dentro alguna forma de no perderme de nuevo.
Volver a la realidad, sin saber en quien confiar, cansado de ser como soy y de intentar salir de aquel lugar.
Pero me hielo y espero la respuesta de Cerebro, que mi presencia lo desvela y me deja quieto su mirada.
Busco una sombra para ver si esto es fácil y si pudiera llevarme al principio.

Navego por los cinco ríos, en los cuales puedo reflejar mis lamentos sin cadenas; en otro el fuego de mis venas y de las víctimas de las que demuestran.
Demuestro las secciones de mi Hades, incluyo la protección de Cerebro, el guardián de la entrada a mi Inframundo. Soy severo y autoritario, no hay lugar a la salida.
Si me conoces no escapas y ten cuidado si me pongo el casco, te persigo sin ser visto, no lo resisto, me vuelve adicto.

Doy lugar para que elijas entre cinco ríos: De pena, de fuego, de odio, de olvido, de lamentos.
Solo elije uno, otro no podrás, sino al infierno te irás y no volverás, solo te quedarás, te torturarán y no lo soportarás.
Simplemente morirás.